Fui a comer a un Mc Donald´s y decidí que no podía contaminar la voz de Nachito Vegas en mi mp3 genérico con los ruidos banales del Mc, entonces me saqué el aparatito y lo guardé en la cartera. Error! El mp3/ discman /walkman es casi como un escudo contra los ataques de charla que tienen los seres humanos -en general son señoras mayores- Y en esta oportunidad no fue distinto.
Se sentaron al lado mío (otra mesa, pero cerquísima) e hicieron las cosas que más odio: mirar con cara de complicidad a los que estamos ahí y reservar mesa antes de hacer el pedido. Cuando noté que las bolsas que cargaban eran de unos filtros de agua me di cuenta que era cuestión de segundos hasta que la más mayor de las dos me sacara charla. Primero antes de irritarme a mi, le rompió las pelotas a los pibes del Mc, para que les limpiaran la mesa! (si querés ir a un lugar de categoría anda al Ritz, vieja, no vayas al Mc!) Y después se hizo la mala con otra empleada que le pidió amablemente (y sin ningún resultado que se levantara porque no había hecho el pedido y había gente buscando mesas) Hubiera pagado buenos pesos por calzarme el uniforme nuevo de Mc y mandar a la vieja a otra mesa!
Cuando terminó de hacerse odiar empezó a mirar de refilón para charlarme... en ese momento recordé que no tenía MI ESCUDO. Entonces me dediqué a mirar lo más fijamente posible para adelante, comí en 3 minutos y estoy segura que me duelen los ojos de tanto mirar fijo a un lugar. Porque estoy segura que apenas hiciera un leve movimiento hacia la mesa de ella se me ponía a hablar sobre los filtros de agua y sus propiedades beneficiosas. Encima, yo no le podía salir con un “yo agua no uso” Es casi una trampa segura! Y en esos momentos el poco ingenio que tengo lo uso para pensar lo siguiente: “déjame tranquila, callate vieja”
Conclusión: Salí raudamente (acortando de esa forma mi almuerzo) Y juro que ahora en más no me voy a hacer más la cuidadosa en cuanto a la música.